El Caos XV: Ha llovido mucho desde entonces

Es cierto.
Ha llovido mucho desde entonces,
lo que pasa es que alguno se mojaron y otros no.
Valientes que salieron
y cobardes que quedaron.
Quedaron secos vacíos,
dime tú dónde está la diferencia porque...
yo no la veo.

Los que salieron ahí están,
los ves, se encuentran,
los encuentran y te encuentran.
Los que quedaron, pues eso,
quedaron perdidos o vacíos.
Dime tu donde está la diferencia porque...
yo no la veo.

Los que salieron son poco habladores
pero de vez en cuando repiten esa frase tan suya:
Ha llovido mucho desde entonces...
Luego callan y con la cabeza asienten,
afirmando su propia teoría.
Los que quedaron hablan de progresión.
Pobres, son los mayores damnificados de la mera palabrería.
Hablan y hablan pero no dicen nada
y quedarán cansados o vacíos,
dime tú dónde está la diferencia porque...
yo no la veo.

Los que salieron escapan de un significado concreto.
Nunca se ofenden ante un insulto
pero sí lo hacen ante la insolvencia.
Los que quedaron no se cansan de comparar,
eso es igual que eso y eso igual que lo otro,
reducen tanto el sentido de la vida
que han quedado vencidos o vacíos,
dime tú dónde está la diferencia porque ...
yo no la veo.

Por suerte, no creo que estemos ante el pez que se muerde la cola.
Por suerte me doy cuenta de que “ha llovido mucho desde entonces”
aunque, desgraciadamente, tenga la sensación
de que nunca llueve a gusto de todos.
Es aquí donde me siento indefenso o vació...
no me lo digas, ya veo las diferencias.

Manuel Baile

El Caos XIV: Sirena

Si consiguiera apagar las luces
y sólo pudiera divisar tu sombra
pensaría que con sólo una penumbra
volvería a soñar con peces

Si los surcos de la mar se estremecen
cuando baja la sirena y los alumbra
pensaría que los peces llegan a su tumba
porque su belleza los empequeñece

Y si la sirena no aparece
en la mar oscura y sin ternura
puede que los peces llamen a la locura
soledad sin amor que se entristece

Y es que sólo digo algunas veces
no es tan pobre el arrojado a la tortura
siempre y cuando quien te alumbra
sea tu sirena y no los peces.

¿Quieres ser mi sirena?

Yo soy sólo un pez loco,
suelto a la deriva de la mar herida
que llora tu ausencia a todas horas
porque mi sirena se pierde tras corales de la esencia.

Allí donde no se encuentran los aromas y las feromonas de los cuerpos del delito.
Pequeño pez fortalecido,
cuando baja la sirena entre suspiros
reencontrados de un pececito que intenta llenarla de poblados abrazos
en ausencia de sueños mutilados.

¿Será pareja pasajera la del pequeño pez y su sirena?
¿Bajará desde muy lejos la sirena a encender las luces de la mar dormida,
cuando la luna, que en otras lindes también fue sirena,
ahora es testigo reflejado en el mar donde el cuento acontece?.

Dicen los ancianos que en los tiempos de los peces,
allí donde se halló este pequeño relato,
había un pez que cayó rendido por su sirena y que tras años de intentos baldíos,
la sirena bajó una noche y se lo llevó para siempre.

Se fue a dormir el sueño eterno y no despertó,
porque como cuenta la leyenda cuando una sirena se lleva a un pez,
la sirena muere como las abejas cuando pican,
y el pez en ausencia interrumpida muere de tristeza pensando que su sirena a muerto
y también a muerto su vida.

Sergio Úbeda

El Caos XIII: Preguntas sin respuestas

¿Por qué? ¿Por qué la duda extrema siempre representa un por qué? ¿Es el "por qué" la reflexión más profunda que existe o simplemente es la pregunta más razonable que se nos ocurre a la hora de explicar un cometido? ¿Es sin duda el mayor logro del ser humano conseguir las respuestas a todas nuestras preguntas? Y si es así ¿por qué no siempre se obtienen respuestas? ¿Qué es lo que falla? ¿Es que acaso la raza humana está condenado a equivocarse y no siempre averiguar todas sus dudas? ¿Y por qué cada día que pasa, cada mes e, incluso, cada año, vislumbro aún más unadecadencia del género humano? ¿Estaré loco? ¿Es que quien observa más detenidamente al mundo fijándose desde otra perspectiva, aún sabiendo que llegará a sufrir, se le toma por loco, o un no cuerdo? ¿Alcanzaré algún día la sabiduría plena que me lleve a despejar todas mis dudas? ¿Podré algún día ser eternamente feliz o es que estoy sumido en algún conjuro de algún dios que quiere que siga estando ante un silencio negro?

¿Cuándo se consigue la sabiduría, si es que existe? Y si existe de veras, ¿qué es lo que debe de hacer una persona, sumido en una constante preocupación hacia el mundo de alrededor, para llegar a esos límites insospechados de los que se fragua todo dios? ¿Siempre tendré que preguntarme si lo que hago es correcto o no? ¿El dudar de las cosas convierte al hombre en dios o, simplemente, le aleja aún más de su condición humana? ¿Ha sido así siempre? ¿Eso no nos distancia de nosotros mismos y de la relidad circundante? ¿Los aledaños de mi casa son reales? ¿Existen? ¿Por qué existen? ¿Es cierto todo lo que ven mis ojos? ¿Por qué están ahí, quién los puso allí?

¿Dónde tendré que marchar para poder sentir ese ansiado triunfo que tanto añoro y cuando obtendré unos resquicios del amor correspondido? ¿Hasta cuando tendré que ser un náufrago el cual no quiero ser? ¿Tendré que se un puto náufrago porque te guste a Ti? ¿Tendré que cargar siempre con la culpa porque Tú lo decidas así? ¿seré siempre un sufrido porque Tú lo sientas así? ¿Algún día tendré el valor y el coraje suficiente para acometer Tus deseos y expandir mi cólera hacia Ti? ¿Cómo puedo escapar de Tus deseos? ¿Y si nada de esto tiene solución? ¿Y si ni yo mismo tengo solución? ¿Y si las guerras, las enfermedades, los fracasos, los desamores, las muertes, la maldad nunca dejaran de existir? ¿Quién hace que así sea? ¿Tengo que tener un ápice de esperanza? ¿Está condenado a pagar el hombre por aquel pecado original? ¿Tendrás algún día la consideración, la decencia la humildad de perdonar a los hombres y dejarles vivir en paz? ¿O Tú es que no tienes la culpa? Y si no la tienes, ¿a quién debemos de echársela? ¿Acaso estoy condenado a no entender nada del comportamiento humano?

¿Cómo se puede hacer para que la personas que deseas te ame? ¿Cómo? ¿Qué hay que entregar para que te devuelvan los mismos sabores? ¿Qué? ¿A donde hay que acudir para encantar a esa persona que, simplemente con su mirada, te abre el pecho y lo revienta? ¿Adónde? ¿Será verdad que es posible el amor verdadero? ¿Será posible que en todo este mundo solamente existe una persona que te pueda hacer extremadamente feliz? ¿Cómo es posible que sólo exista una persona capaz de proporcionarte la felicidad eterna? ¿No crees que eso es injusto? Entonces, ¿eso es así? ¿Y por que coño no puedo para de querer comprender al mundo? ¿Será que ni yo mismo me entiendo? ¿Tal vez estoy sumido en un sueño roto o es que este mundo en el que vivimos no es donde debería estar? ¿Por qué pienso que este mundo no es el mío? entonces si no es este ¿cual es? ¿Tengo razón en algo o en lo único que tengo razón es que todas son preguntas sin respuestas? ¿Por qué a mi? ¿Por qué yo? ¿Por qué?

José M. Sánchez "Daze"