10.10.06

El Caos XXXII: Del amor al caos

Alguna vez, alguno de vosotros, se ha preguntado qué pasaría si, en un momento dado, en uno de estos siglos en los que tantas guerras han asolado tantos lugares y sesgado tantas vidas llenas de amor, todo el mundo, cada uno de nosotros, cada alma en cada rincón de cualquier parte, se enamorase perdidamente de alguien. Sería lo más hermoso del mundo, lo esperado por todos como una forma de salvarnos a nosotros mismos de nuestra propia destrucción. Bueno, o al menos eso pensamos: que el amor salvará nuestras almas del fin de nuestras vidas. ¿Nos equivocamos al pensarlo?

Yo digo que sí.

Imaginaos por un momento, que todos nos enamoramos de alguna persona. Pero esa persona está enamorada de otra, y que esa otra, a su vez, está enamorada de alguien. Y así sucesivamente…hasta cubrir a toda la humanidad. Sí, sí, todos estamos enamorados, PERO NADIE ES CORRESPONDIDO. Todos damos amor, pero no lo recibimos, al menos, de la persona que nos gustaría.

Seguro que ahora alguien pensará: “Ya, pero es que sí que recibimos amor de parte de esa persona que está enamorada de nosotros”. ¿De veras? Estás ciego por esa persona que no te ama y no ves nada más. No te das cuenta de la gente que hay a tu alrededor, que también está ciega y no te miran, igual que tú no les miras. Sólo hay una mirada por cada persona, así que tú no ves a quién te ama.

Si nuestras relaciones se basaran en el amor… ¿cuántas parejas habría? Ninguna. ¿Por qué? Porque no hay nadie que se ame, realmente. Y ¿la supervivencia del ser humano? La raza humana no se puede extinguir. Así que comenzarían a formarse las llamadas “parejas de conveniencia” ¿Mantener relaciones sexuales con alguien que no amas? Eso es algo terrible para el ser humano, cuando es un ser humano. La mujer siempre tendría el recurso de acudir a bancos de esperma para poder concebir hijos y evitar que la raza humana no se extinga. Pero, todas las personas, en algún momento de su vida, más los hombres que las mujeres (por regla general) sienten apetencia sexual.

¿Cómo se resuelve este problema si no puedes hacer el amor con la persona a la que amas? El onanismo es una opción (por cierto, que cada vez se practica más) pero hay ciertas personas con más tendencia que otras a necesitar el sexo (no hablo de que sea una obsesión, ni que nadie tenga ningún tipo de trastorno psíquico o sea ninfómano/a). ¿Qué sucede entonces? Por un rato de sexo muchos serían capaces incluso de venderse. El resultado sería la prostitución. Compra-venta de cuerpos. Pero sería un comercio libre, es decir, no hay chulos, ni líderes, ni mamis, ni bandas organizadas. Cada uno podría hacer lo que quisiera con su cuerpo. Entonces, no sería prostitución. ¿Qué sería? ¿Una necesidad básica humana? Digamos que sí y zanjemos el asunto. No quiero pensar en lo que se puede convertir la humanidad.

Y ¿celos? ¿Habría mucha gente celosa? Todos. ¿Por qué? Esa persona a la que amamos no se fija en nosotros, sino en quien hay más allá. Arderíamos de celos porque por mucho que hiciéramos por esa persona, nunca nos miraría como a él/ella. Ni siquiera nos da las gracias por todo lo que le estamos ayudando…y siempre está pendiente de esa otra persona. ¡Mira lo que hace por complacerle! ¡Mírame, por favor! ¡Te estoy hablando! ¡Ni siquiera me escuchas! ¿¡No ves que me muero de amor por ti!? La única solución que encuentro para que dejes de amarle…es que desaparezca de tu mirada y se pierda de mi vista. Acabaré con su vida… si antes no acaba conmigo la persona que está enamorada de ti y que piensa que la única forma de que dejes de mirarme sea desapareciendo de su vista. ¿Es este el final de la Humanidad?


Begoña Toribio

4 Comments:

Blogger Eugenia said...

trágica pero interesante hipótesis, la ceguera que nos produce amar a otro, la indeferencia ante el amor que no deseamos, indeseables pero inevitables situaciones de la vida...
lo que no mata.....

5:59 p. m.  
Blogger Esther said...

Me pasé también por tu blog "Caos" y leí lo de Escolar pero, no pude comentar ahí porque cuando me meto, mi ordenador da errores y me tengo que salir de la página. :( La lectura estuvo muy interesante y tengo que decir que estoy completamente de acuerdo con él: hay que escribir para el que no sabe, no para el que sabe. A mí, como ciudadana, me gustan las cosas claras, sencillas y no me interesa en absoluto que estén escritas de manera compleja, porque tanta complejidad y tecnicismos lo único que acaba haciendo es aburriendo y no te enteras de nada.

Y sobre este escrito, la verdad es que también estuvo interesante, aunque tengo que decir que ésto, menos mal que no pasa en la realidad, porque si pasara pues, vaya trágico y triste que sería todo.Pero, sobre el amor pienso que es un quebradeo de cabeza, y que sólo unos pocos son los privilegiados que disfrutan de un amor correspondido, aunque,siempre es posible cambiar de nivel ¿Verdad? Yo espero poder cambiar pronto y formar parte de ese grupo privilegiado, aunque quién sabe...
...pero, dicen que la esperanza es lo último que se pierde.


Un saludito de paisana.

7:42 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Muy bien elaborado, pero la verdad.. que vision tan tragica del amor.. es decir, si nos odiaramos todos, terminariamos todos muertos, y si nos amaramos asi, tambien... conclusion: los extremos no son buenos, y aqui estamos en un especie de punto medio.. o no?
Saludos!!!

3:36 a. m.  
Blogger jpinneiro said...

Creo que se plantea mal la cuestión al partir de "todo el mundo, cada uno de nosotros, cada alma en cada rincón de cualquier parte, se enamorase perdidamente de alguien" como "solución y salvación" y se introduce el conflicto argumentando que: “Esa persona a la que amamos no se fija en nosotros”.

Se presenta como "solución y salvación" no el que enamorarse de alguien, por el contrario es en el texto "solución y salvación" ser objeto de amor.

Es preciso que amad@ y amante se concilien en el mismo sujeto; y tal vez que puedan vivir el uno sin el otro. Separados.

Enamorarse no es lo mismo que ser feliz. Tienes razón. Pero tampoco es lo mismo que ser infeliz y enamorarse no es menos grato que ser amad@.

Querer poseer la mirada de otr@ tampoco es amar, aunque complace mucho esa mirada.

Ser amad@ no es cosa propia, lo es sin embargo ser amante.

11:52 a. m.  

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