22.9.06

El Caos XXXI: No tan lejos

La tranquilidad nunca fue mi fuerte, pero tampoco lo fue el amar sin poder verte. Sentarme junto al lago y ver en los reflejos, mensajes de tu boca que me dicen : no tan lejos. Debiera, quizás, no hacerles caso y fijarme más donde voy a dar mi siguiente paso porque prefiero hacer caso a las palabras y no a las visiones que bañan entren aguas.

Trato de recomponer mi vida, que es un rompecabezas, pero es difícil, pues hay una parte de ti en todas mis piezas. Si acaso en este juego me quedase una salida sería resignarme y dar esta vida por concluida. No es mi propósito firmar mi rendición, no fue ésa mi promesa que ahora se esconde en un rincón. Quisiera sacar fuerzas de donde sólo hay dolor, quisiera sacar pinceles y dar a esto otro color. No te miento si te digo que podría dolerme el olvido pero me duele más aún saber lo que pudo haber sido.

No sé porqué resulta todo tan complicado, difícil y confuso. Muchas veces pienso que hago un montoncito de arena en una montaña y otras, en cambio, creo tanto en mi falta de suerte que me siento la persona más desdichada de toda la faz de la tierra. Son muchas que acumulo muy dentro de mí y no sé cómo deshacerme de ellas. Quizás sea porque en el fondo no quiero hacerlo. Y ¿de qué me sirve todo lo que escribo si no logro llevar las cosas a buen fin? ¿De qué me sirve vivir un día mal y otro también si no es eso lo que busco para mi vida?

En el fondo sigo siendo el mismo, solo que ahora el miedo a enamorarme se ha multiplicado por dos. Ahora me viene a la mente una canción de Carlos Goñi en la que dice que “el amor es un misterio que importa solo a dos”. Yo añado que importa, lamentablemente, y que destroza solo a dos.

Siento vivir en un profundo caos. Un día me dije que no me gustan los soñadores, sin embargo, me paso noches enteras mirando al cielo por si veo una estrella fugaz pasar y lanzarme al mundo de los deseos. Al menos ahí tengo a qué atenerme, me da la continuidad, porque si no es en esa noche sería la siguiente y, si no, a la otra. Espero hallar “esa” solución que me ayude a no volver a escribir miedos porque si duele pensarlo, más duele escribirlo. Pero lo escribo. Al menos eso soy capaz de hacer y acaso ya porque me estoy torturando.

“...el amor es un misterio que importa solo a dos....”

(Gracias Carlos)

Manuel Baile

El Caos XXX: No te engañes

El engaño de la luna
Vuelvo con una nueva dosis de autocrítica, es el único método que veo que funciona. Se basa principalmente en una cosecha de sensaciones e ideas y en una falta de estímulos que hace de todo esto una gran noria, ahora arriba, ahora abajo. Necesito encontrar ese lugar donde me encuentre en paz conmigo mismo.

Es cierto que en la noche, y gracias a la luna, di rienda suelta a aquellas palabras estancadas a causa de mi timidez...y silencio. Todavía noto un enorme alboroto en cuanto a lo que se trata de mi vida, no está todo tan claro como pensaba. Me digo: “No te engañes”, o al menos no lo hagas tantas veces.

Tendría que plantarle cara a la duda, y pelearme con la vergüenza, ganar o perder, pero saber de una vez por todas a qué debo atenerme. Sé que debo seguir experimentándolo, por eso no me canso de vivir; sé que debo seguir intentándolo y tener siempre algo que decir.

Veo que la noche me sirve, es un “regalo” de “alguien” que me dio y que ahora depende tanto de mí como yo de ella. Y ahora volveré a “casa” con menos carga sobre mis hombros, después de escribir todo lo que tenía que escribir; me siento mejor y me gustaría que mañana al leer de nuevo esta hoja algo me dijese: “no estás del todo equivocado.”

Manuel Baile