23.4.06

El Caos XI: Por culpa de la dependencia


“Me cago en la puta, ya están igual”. Se escuchaban gritos pertenecientes a niños y es lo único que se le ocurría decir. Sus chillidos son como espuelas dando y dando fuertemente en su cabeza. Ha tenido un mal día y cualquier cosa será suficiente para que se altere y saque la furia que lleva dentro. Su padre, como siempre, canaliza contra él todos sus problemas y eso a él le irrita. “Menudo gilipollas” se dice a sí mismo mientras recoge la cena preparada a desganas por su madre. Su madre es como todas las madres; en cuanto ve que hay tensión entre su marido y su hijo, se dispone, hábilmente, a preparar la cena, para así inyectar una pizca de paz.

Después de recoger la cena coge una bandeja y se dirige(como siempre) hacia el único sitio donde encuentra algo de tranquilidad y de paz: su habitación. Allí se encuentra como sumido en una cripta secreta repleta de los más inconfesables tesoros místicos; todos esos “objetos” a él le fascinan y le hacen sentirse bien, le encanta sentarse en la cama y mirar sus paredes cubiertas de posters y de artilugios “raros” recogidos de cualquier parte.

Yo sé que a él le gustaría vivir sólo, pero a su edad (unos diecisiete años) aún no es posible y es por ello por lo que vive a expensas de sus “superiores”. Y es que cuando llega de todo un duro día de trabajo, las horas o el espacio o, incluso, la situación, le obliga a casi recluirse ya que no puede hacer lo que le gustaría: escuchar música con el volumen a todo “trapo”. Si es que, en realidad, lo entiende; vive en comunidad y, claro, las horas a las que llega son muy tardes y a los vecinos no es que le agraden demasiado escuchar esa música que él llama “la mejor música del mundo”. Pues toma, “no tengo libertad”. No puede hacer nada de lo que le gustaría porque siempre tiene que depender de los demás. Y, ¿eso es libertad?

En verdad, ¿qué es la libertad? ¿Existe de veras la libertad? “Y una mierda” responde él siempre que se hace esa pregunta. “la libertad es una puta mierda” responde una y otra y otra vez. Es que “quién coño inventaría la palabra libertad, joder”. La libertad en sí misma no existe; siempre existe algún obstáculo o alguna barrera que no te deja actuar al libre albedrío. Siempre. Siempre está el factor tiempo, el factor casualidad (algunos lo llaman “suerte”) o el factor material y humano.

Cuando está paseando con “chati”, muchas veces, desearía estar en la otra cara de la tierra y ver las estrellas. Pero no; él se tiene que “joder” y no poder disfrutar de la noche con su amada. ¡Claro, como hay que depender del factor tiempo! Otras veces desearía estar en Londres comprando ropa pero...se tiene que tener dinero para ello; “puto dinero”. Todo y cuando digo todo es que es “todo” está regido y dirigido por el “dios oro” y no se puede escapar de él. Que quiere ir a –por ejemplo- Londres, pues tiene que depender del dinero. Para divertirse con sus amigotes jugando al billar, necesita dinero. Que el cine es una buena terapia para relajarse, pues necesita dinero (¿cómo no?). Todo cuanto quiere hacer se necesita dinero, así que pues hace lo que hace: aprovecharse de sus padres y cuando le dicen algo, en vez de gritarles o alterarse, carraspea sigilosamente y abandona la sala de estar para refugiarse, como siempre, en su “santuario”.

Hasta pasear le cuesta dinero. “Mamá ¿es que quieres que vaya desnudo?” Cómo va a ir desnudo, la sociedad ya le está imponiendo que vestir debe ser algo “esencial” en un ciudadano. “Pero ¿por qué coño me tengo que poner esa camisa para salir?” Y es que la sociedad en la que vivimos también nos “impone” la forma de vestir porque, claro, ¡no va a llevar nuestro chico una cresta con el pelo verde con pantalones ajustados color púrpura y una camiseta tan ancha que podría hasta cubrir el cielo! Pues claro que no, eso no es (como dicen los políticos) lícito ni estético. Pero si el chaval se encuentra agusto así y va la mar de cómodo, por qué cambiar. Pues no. Que una vecina llame la atención de su madre para decirle que iba echo un “piltrafa” no es que sea muy recomendable para las madres de España (ni para las de España ni para cualquier país que tenga un PIB superior a, al menos, una potencia). “A tomar por el culo” grita cuando se siente triste y melancólico esperando a que llegue el día en que pueda hacer en cada momento lo que le plazca, sin tener que depender de nada ni de nadie y así saborear esa “libertad” que algunos promulgan.

5 Comments:

Blogger Solo en la Oscuridad said...

Libertad es una palabra que genera en muchas ocasiones cierto Caos como bien lo dices.

Libertad para mi es hacer todo lo que quiera hacer, cundo lo quiera hecar y como lo quiera hacer sin afectar la libertad de otros, ya que sino se convertiria en libertinaje.

Vaya realidad.

12:23 p. m.  
Blogger La Niña Veneno said...

Ahora se komo llegaste a mi lugar... En efecto mi espacio es de tipo personal puede ke hasta poko interesante y cotidiano, pero es terapia para mi y kien sabe a veces se escapan entre lineas palabras interesantes..gracias por la visita...aki estare de nuevo.

5:25 p. m.  
Blogger Eugenia said...

Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

2:55 a. m.  
Blogger Eugenia said...

Estoy aún bajo el asombro, tu relato me ha fascinado.
Es perfectamente verosimil, crei yo ser el protagonista, lo imagine en cada situacion, cada sentimiento. Sus pasos apesadumbrados yendo a su pieza, tirándose en la cama para escuchar su musica quiza en un discman que lo aisle de lo que considera una cárcel.
Qué placer sentirse distinto y caminar por la calle sin pensar siquiera que alguien me está mirando. Qué placer ir por la vida, solo pensando en lo que yo miro, y no en lo que ojos nublados imaginen de mi...

Podria seguir mucho más, pero no quiero hacer un post eterno (o aburrido),,, en fin, me ha encantado!!!!!!!!!

2:57 a. m.  
Blogger Xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx said...

Un relato digno de ti... muy bueno. Un saludo

9:04 p. m.  

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