18.4.06

El Caos X: Más cagadas


Cuando uno lleva tiempo sin escribir, volverse a encontrar con las teclas resulta arduo y cansado; uno se encuentra torpe en estos ambientes de tic tac repetidos con golpes de dedos arriba y abajo. Empiezas con una idea, te sientas y te pones frente a frente con una hoja en blanco. "La hoja por sí no va escribirse" te dices, pero en ocasiones es lo que uno desearía. Tratas de enlazar palabras más o menos sencillas con tecnicismos para darle un poco de, qué se yo, estilo, y acabas escribiendo cualquier mierda sin sentido que uno mismo nunca entiende demasiado.
Así me encuentro yo, escribiendo una palabra tras otra, sin pensar, porque pensar demasiado es malo, uno rebusca en el diccionario que tiene en la cabeza desde chico y en el que se le han ido acumulando más términos, muchos de ellos innecesarios, y uno escribe lo que se le viene a la mente, la mayoría de las ocasiones sin saber por qué. Tampoco es que tenga que contar algo interesante al menos, no ya excepcional, que merezca la pena contar, pero es así incluso la palabra interesante me parece excesiva, qué pasó en mi vida que merezca la pena contar, y no sólo contar sino que merezca la pena molestarse en escribirlo. Ya les doy yo la respuesta, nada. Uno pasa gran parte de su vida tratando de encontrar cosas, experiencias con la que uno se sienta orgulloso, que digo orgulloso al menos no avergonzado de pasarlas, de ahí que siempre ocultemos nuestras más inmundas situaciones, vivencias de las que uno no se siente orgulloso y que menos ridículo.

Pasado tanto tiempo sin darle una oportunidad a una idea, una chispa que se le pasa a uno por la mente, “ésta puede ser la buena”, uno se da cuenta que con los años nos volvemos más exigentes, y me refiero exigentes con todo, con el trabajo, los amigos y también con el amor. Las chiquilladas se dejan a un lado, la chispa ésa ya no vale, no da bola, no funciona a menos que sea para encamarse y poco más. Uno crece y al igual que con su vida, con sus frases también se vuelve más exigente, menos trasgresor, más razonable a la hora de escribir lo que se le pasa por la cabeza.
Uno repasa a fondo cada cosa que escribe, “esto no queda bien acá, se podría decir de otra manera”, y es cuando se echa de menos esa figura que fue uno, libre de escribir, de poner en el papel lo primero que le venga a la mente sin reparar en estará bien, a quién le importa. No. Y así a uno le cuesta acabar lo que un día empezó, como un juego, un galimatías, palabras y palabras entrelazadas que contaban una historia y nada más, para qué darle vueltas a la cabeza con razonamientos que lo único que consiguen es destrozar la esencia de cada uno, de sentarse frente al papel y sacar algo, darle vida a esa hoja en blanco.
No sé, nunca supe nada y nunca sabré nada, de hecho no quiero saber, el mundo que uno se crea allí arriba, sobre los hombros siempre fue un caos, a quién quiero mentir cuando digo, se acabó el tango, se acabaron las tonterías, el repataleo infantil y las cagadas, voy a ser mejor persona, no con los demás sino conmigo mismo, a quién quiero engañar, a mí mismo, bueno es cierto, sí, uno siempre sufre por su propia culpa, no es que los demás te hagan daño, no es que uno se lo hace a sí mismo por que nadie se conoce mejor que uno y los demás sólo creen conocerte.

Está listo, uno comienza a escribir, y no para porque no pueda sino por que no debe. ¿A dónde llegaremos?

2 Comments:

Blogger Tere Agulló said...

Anem per parts:
Ningú sap mai res, això és del tot cert. Ningú, si és mitjanament sensat, es sent orgullós de les seues coses, si ens coneixem no és possible.
Però després de la tasca de saber està la d'acceptar, vistes les pròpies misèries, se li dóna perspectiva a l'assumpte. És a dir, contemplat el panorama, s'arriba a la conclusió de que u no està tan mal. I, sobre tot, que sempre es pot millorar.
En això estem.

1:50 p. m.  
Blogger Xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx said...

Bueno, siempre es posible comenzar de nuevo...

11:03 a. m.  

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